Ciudad Juárez.- Con su máscara sobre el ataúd, símbolo de su mayor pasión, familiares y amigos despiden a Pantera Asesina Jr., el joven luchador juarense que dejó huella en el cuadrilátero y en los corazones de quienes lo conocieron. Su vida fue corta, pero la vivió al máximo, siempre con la misma intensidad con la que enfrentaba cada combate en la Arena Kalaka, su segundo hogar.

Nacido el 11 de agosto de 1999 en El Paso, Apolinar Alonso Arrieta, conocido como “Cachito” por sus seres queridos, fue un niño inquieto y lleno de energía. Su hermana Evelyn recuerda cómo desde pequeño destacaba en todo lo que hacía, mientras que su sobrino Dylan lo describe como un atleta nato, apasionado del fútbol y fiel seguidor de las Chivas y de Chicharito. Sin embargo, su verdadera pasión fue la lucha libre, la disciplina que abrazó con fuerza y que lo convirtió en Pantera Asesina Jr., un luchador aguerrido con un carácter explosivo dentro y fuera del ring.
Hoy, el duelo es grande, pero también lo es el legado que deja. Su familia lo recuerda como un joven apasionado, un guerrero del deporte que nunca dejó de pelear por sus sueños. En la Arena Kalaka, a unos metros de su casa en la Zona Centro de Ciudad Juárez, seguirá resonando su espíritu combativo. Descansa en paz, Pantera Asesina Jr.