Ciudad Juárez.- Médicos Sin Fronteras (MSF), una organización que tiene presencia en 70 países atendiendo a personas en situaciones críticas, como los desastres naturales, la población migrante o los desplazados de guerra y de la violencia, llegó desde finales de enero a Ciudad Juárez e iniciaron operaciones en marzo.
MSF tiene personal de diferentes países, aunque en cada lugar que se establecen, el 80 por ciento de su personal es nacional. Es decir, el 20 por ciento de ellos han pasado por misiones en diferentes lugares, como es el caso de Michail Fotiadis, coordinador de MSF en
Ciudad Juárez, de nacionalidad griega.
El proyecto en Juárez, está enfocado en dar atención en salud mental, salud sexual y reproductiva y promoción de salud a personas migrantes y a ciudadanos mexicanos o extranjeros desplazados por la violencia, informó Fotiadis.
En un lapso de un mes, han visitado 26 albergues para migrantes; sin embargo, dijo que aclaró que para la labor que realizan, se coordinan con las autoridades locales de todos los niveles de gobierno, tales como la Fiscalía General del Estado, el Municipio, la Secretaría de Salud, entre otras, además de organizaciones locales para identificar los lugares en los que se encuentran, ya que la mayoría de ellos se encuentran dispersos en diferentes puntos de la ciudad.



«A pesar de la incertidumbre que han generado las restricciones de la nueva política migratoria de Estados Unidos entre las personas migrantes que transitan por México, sigue habiendo necesidades médico-humanitarias desatendidas», dijo.
«Ante la reducción de fondos de ayuda humanitaria y la mayor invisibilidad y estigmatización de las personas en movimiento, resulta fundamental ofrecer un encaminamiento fácil a los servicios disponibles», añadió.
Yitibetl Moreno, coordinadora de Comunicación, explicó que el equipo de 18 personas de MSF en Juárez, está compuesto por médicos, enfermeros, trabajadores sociales y especialistas en salud mental.
Desde el inicio de actividades, el 20 de marzo hasta el 9 de abril, han realizado 196 consultas médicas, de las cuales 39 fueron atenciones en salud mental. Además, 54 personas asistieron a grupos de psicoeducación. Se detectaron dos casos de sobrevivientes de violencia extrema. Otras 249 personas se beneficiaron de sensibilizaciones, promoción de la salud e involucramiento comunitario, indicó.
Las consultas se están llevando a cabo en el comedor de la Catedral y en albergues como Resprettrans, Oasis del Migrante, Alabanzas al Rey y La Esperanza. Se prevé una expansión de las actividades médicas a otros espacios a partir de mayo, con un seguimiento constante de la situación en la frontera norte, además de que pasando la Semana Santa, contarán con una unidad médica móvil, indicó.
Durante la conferencia de prensa que realizaron ayer, se informó que desde 2012, MSF ha trabajado con personas migrantes y solicitantes de asilo en México, adaptando constantemente sus actividades a los cambios en las rutas migratorias. Actualmente, además de en Ciudad Juárez, gestionan actividades en Reynosa, Matamoros, Ciudad de México, Tapachula y Coatzacoalcos, así como en otros países de la ruta migratoria en Centroamérica como
Panamá, Honduras y Guatemala.
Entre enero de 2024 y febrero de 2025, MSF atendió a casi 3 mil sobrevivientes de violencia sexual y proporcionó más de 20 mil consultas individuales en salud mental en la ruta migratoria en México y Centroamérica.
Que actualmente en Juárez haya un flujo pequeño de migrantes, no significa que no requieran atención, aclaró Javier, médico de la organización.
“Atender a personas que han sido víctimas de tratos crueles y tortura, no es fácil”, mencionó.
Dijo que la mayoría de ellos padecen estrés post traumático, depresión y ansiedad.
Testimonio de Victoria*, una hondureña de 52 años que huyó de su país a causa de una injusticia, donde querían involucrarla en un crimen. Después de rehacer su vida al sur de México con su nueva pareja, sus hijas y su nuevo hijo, en los lugares donde trabajaban ella y una de sus hijas, comenzaron a extorsionarlos. Después de que los dueños de los negocios ya no pudieran pagar, comenzaron a recibir amenazas que se materializaron en dos atentados contra la vida de su hija.
«Hui de mi país y llevo más de 20 años siendo migrante. Ahora soy desplazada interna por la violencia», cuenta Victoria, antes de ser atendida en una consulta de salud mental de MSF en Ciudad Juárez. Ella, como tantas otras personas, escapan de la espiral de violencia que sigue poniendo en riesgo la vida, la integridad y la salud mental de muchas personas a pesar del descenso del flujo migratorio.
MSF tiene 50 años, a México llegó en 1985 tras el terremoto en la capital.
Trabaja con recursos privados, por lo que las personas que deseen unirse a la causa, pueden hacer aportaciones voluntarias a través de la página MSF México, en la opción de donar, se indicó.